Fusiones, adquisiciones y escisiones
Cada vez más la empresas acuden a fusiones y adquisiciones de empresas, escisiones y demás operaciones de restructuración societaria para crecer o para adecuar su situación económico-mercantil a la realidad.
El primer paso que se debe dar es tener claro hacia dónde se quiere ir
Sabiendo lo que se desea, nuestros profesionales en fusión de empresas pueden dar consejo en la forma de llegar a la meta. La situación normal es la de un empresario que ha ido constituyendo sociedades para diferentes negocios y se da cuenta en un determinado momento de que existen ineficacias, trabajos que se repiten, y quiere dar orden a ese conglomerado de empresas creadas sin un plan de futuro establecido, solo pensando en el presente. Para ello, lo normal será fusionar todas o algunas de las empresas o bien crear una holding para aportar las participaciones de la que uno es titular. En otras ocasiones, se detecta otra entidad complementaria y con la que se desea llegar a determinados pactos y posteriormente a fusiones y adquisiciones entre las mismas.
El segundo paso es analizar las consecuencias fiscales y mercantiles del paso a efectuar
Las leyes fiscales permiten efectuar operaciones de fusión de sociedades a un coste fiscal prácticamente cero. Si no fuera así, normalmente esas operaciones no se podrían realizar por el coste que conllevan.
El tercer paso sería verificar las empresas objeto de la restructuración empresarial.
Cuando dos o más empresas se unen, de una forma u otra, es lógico que todas quieran saber la realidad de la empresa o empresas con las que van a compartir su futuro. Y de esa necesidad surge la llamada “Due Dilligence” como la verificación de las principales magnitudes de las sociedades, no solo desde el punto de vista del balance, sino de la situación laboral, legal, administrativa, fiscal, etc. Para que no haya sorpresas desagradables. Evidentemente, este paso tan solo se da si no se conocen las otras empresas.
El cuarto paso, si todo es conforme, consistiría en elaborar los proyectos mercantiles.
Se trataría de elaborar las normas que van a regir la fusión de empresas, que sean aprobadas por todos los socios y sociedades, e ir de la mano con los administradores hasta la notaría y efectuar la inscripción en el Registro Mercantil. Esto incluye el cálculo de las ecuaciones de canje y demás procesos necesarios.